Hoy os queremos hablar de un rincón sencillamente encantador.
Desde el momento en que entras, puedes apreciar la magia del lugar, la pasión
con la que trabajan sus propietarios.
Se conocieron trabajando todos en el restaurante del hotel Omm. Y decidieron unir su experiencia y sus buenas energías para abrir este pequeño rincón del Eixample. El blanco impoluto de sus paredes y mobiliario transmiten la limpieza, calidez y sencillez, a la vez que la calidad de su producto.
Nosotras tuvimos ocasión de desayunar un delicioso sandwich de hoummous, champiñones, rúcula y tomates secos, así como unas tostadas de pan de pueblo a la plancha acompañada de mermelada de naranja casera. Todo ello acompañado de zumo de sandía con menta. Nuestro consejo, dejaos guiar por las recomendaciones de la siempre sonriente María.
Los productos siempre son de temporada y ecológicos. De primera calidad, no sólo la comida, sino que también el trato humano. Se nota que es un negocio que se creó con cariño y profesionalidad, es lo que transmite, y es lo que nos hará volver. Allí podremos también hacer el brunch, comer o cenar. Para todos los gustos. Un nuevo imprescindible en nuestra agenda de rincones favoritos.
¿Nos vemos allí?
Carrer Diputació 321, esquina Bruc
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